jueves, 12 de marzo de 2020

Efecto del coronavirus en colectividades y contagio de la repercusión económica

11-03-2020
El cierre de todos los colegios en la comunidad de Madrid y por tanto, de sus comedores escolares, supone un impacto directo y fulminante de la crisis del coronavirus en el sector de la restauración social y colectiva. Mario Agudo, responsable de Marketing y Comunicación de la empresa madrileña Servicios Hosteleros a Colectividades (ShC), explica en este artículo de opinión como se está viviendo la situación y cuáles serán las consecuencias.


La epidemia causada por el Coronavirus amenaza con paralizar, casi por completo, la economía del país. En especial la de las zonas con una mayor propagación de la enfermedad: Madrid, País Vasco y La Rioja. Más allá del impacto humano, que es lo que más debería preocuparnos en estos casos, este virulento brote está dejando ya importantes consecuencias empresariales. En ShC (Servicios Hosteleros a Colectividades) estamos especializados en el sector educativo y solo trabajamos en la Comunidad de Madrid, así que el impacto de las medidas de prevención tomadas el pasado lunes, 9 de marzo, es total. Como nosotros, otras pequeñas y medianas empresas del sector asisten con preocupación al vertiginoso desfile de acontecimientos.

El cese de la actividad docente va a asociado al cierre de los comedores escolares. Esta situación nos ha obligado a tomar medidas drásticas con una enorme rapidez. Se ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor. La decisión afecta a la totalidad de la plantilla y se prolongará hasta la reanudación de las clases. Pero no ha sido el único impacto. Comida elaborada para el miércoles 11 de marzo, primer día sin colegio, que estaba ya servida en los centros, ha tenido que repartirse entre personas próximas a la empresa para no desperdiciarla. Lo mismo ha ocurrido con los pedidos de productos perecederos que habían sido entregados en las cocinas. Otros, los que todavía no habían llegado, han podido paralizarse, con el consiguiente impacto en la cadena de provisión. Costes, todos ellos, que no tendrán contraprestación a modo de ingresos y, por tanto, van directos a la cuenta de pérdidas.

Existe, en consecuencia, un contagio en cadena de las repercusiones económicas de esta crisis viral. El perjuicio económico de una empresa acaba afectando al poder adquisitivo de sus empleados y a la actividad de los grupos de interés relacionados con ella, en especial sus proveedores. Una suerte de mímesis empresarial de la amenaza biológica. Pero no es momento de lamentos. Comprendemos que ante una situación de emergencia se deban tomar medidas drásticas que aseguren, ante todo, la salud de los ciudadanos. Pero, acudiendo a la jerga sanitaria, tan frecuente en los medios estos días, es necesario que pensemos en un tratamiento de choque en forma de intervención de la administración. Ahora más que nunca es necesaria una planificación económica coordinada entre Estado y Comunidades, más allá de filiaciones políticas de cada uno, que mitigue las consecuencias de esta situación a través de medidas que van desde los incentivos fiscales hasta la provisión de liquidez a las familias más afectadas. Una ayuda que no se quede en una mera declaración de buenas intenciones, a modo de brindis al sol, sino que se materialice en programas concretos de rápida aplicación.

Trabajadores y pequeñas y medias empresas son la población de riesgo en materia económica dentro de esta crisis sanitaria. La solución no es sencilla. Las arcas públicas se encuentran bajo mínimos. Sin embargo es necesario hacer un esfuerzo porque, de lo contrario, a las consecuencias sobre la salud pública se añadirán, sin duda, oscuras previsiones económicas que ya están poniendo de manifiesto entidades como el Banco Central Europeo. En todo caso, a nosotros, como ciudadanos, también nos compete poner de nuestra parte para mitigar los contagios y controlar la situación cuanto antes. Un comportamiento responsable, basado en las recomendaciones de las autoridades sanitarias, será crucial para nuestro futuro próximo. 

jueves, 27 de febrero de 2020


Federación Española de Asociaciones

La hasta ahora Feadrs (Federación Española de Asociaciones dedicadas a la Restauración Social) es ya oficialmente Food Service España, un nombre modernizado y más acorde con la denominación europea del sector (Food Service Europe); el cambio lleva además asociado el impulso de nuevas estrategias en la línea dar visibilidad social al sector y poner en valor el trabajo de los profesionales que trabajan en él.

La restauración colectiva es un sector que juega un papel clave en la sociedad, pero que continúa siendo un gran desconocido a pesar de estar presente en todas las etapas de la vida, desde guarderías, colegios, universidades, empresas, hospitales o residencias, hasta eventos deportivos o culturales, cárceles o el ejército. Este desconocimiento provoca en ocasiones cierta distorsión en las percepciones de los usuarios y de la opinión pública que la federación quiere combatir potenciando la comunicación y la interacción con cada colectivo. En este sentido, Antonio Llorens destacó la apuesta de todo el sector “por dar un impulso a nuestra comunicación para transmitir tanto los retos que debemos afrontar, como los esfuerzos y la evolución de un sector que nos ha consolidado entre los sistemas de restauración colectiva más avanzados de Europa”.

Las cifras globales de la restauración colectiva

Tal como se señaló en la rueda de prensa, la restauración colectiva es responsable de la alimentación diaria de más de 8,5 millones de personas de diferentes edades y colectivos (“casi un 20% de la población española” según reflexionó Gerardo Cuerva); genera más de 92.000 empleos directos que trabajan exclusivamente en los servicios de restauración; factura 3.648 millones de euros; y representa el 0,3% del PIB español.

miércoles, 12 de febrero de 2020

‘El libro negro de la seguridad alimentaria’, un manual imprescindible en todas las cocinas


26-02-2019


‘El libro negro de la seguridad alimentaria en cocina’ es un manual escrito por nuestro colaborador Félix Martín y editado por Restauración Colectiva, con el apoyo de Clyma Grup. En él se desgranan algunos de los errores más recurrentes respecto a la manipulación de alimentos y está dirigido a todas las personas involucradas e interesadas en mejorar la elaboración de alimentos de forma segura (gestores, cocineros, dietistas…).



Como todos sabréis, hace ya casi dos meses, creamos el sello ‘RCBooks’ para editar un manual escrito por nuestro colaborador habitual, Félix Martín, sobre la seguridad alimentaria en cocinas profesionales: ‘El libro negro de la seguridad alimentaria en cocina. Conoce los errores que nunca se deben cometer’.

Como el propio autor comenta, “no se trata de un libro técnico, académico, científico, ni de un ‘libro blanco’ de buenas prácticas en cocina. Lo que encontrarás en este libro negro son algunos de los mitos o de las falsas creencias respecto a la higiene alimentaria relacionados con el trabajo en las cocinas de restauración colectiva, social y comercial… errores de concepto que pueden poner en peligro tanto la salud de los comensales como la imagen y reputación de los negocios e instituciones. El objetivo del libro es ayudar a todos los profesionales a tomar conciencia de la innegociable responsabilidad de la gestión higiénica de las cocinas”.

El libro, editado por Restauración Colectiva, cuenta con el apoyo y patrocinio de la empresa Clyma Grup. Tal como comenta Javier Campuzano, director general de la firma y uno de los prologuistas del libro, “los profesionales de la hostelería y/o elaboración de alimentos no pueden arriesgarse a tener un problema por falta de buenas prácticas en limpieza e higiene; eso pondría en peligro la salud de los consumidores así como el prestigio del negocio. (…) Mantener las cocinas en condiciones higiénicamente saludables es una necesidad radicalmente indispensable. Cocina limpia = salud y seguridad. En este libro se habla de seguridad e higiene alimentaria ofreciendo una visión muy acertada para no caer en hábitos que, de forma sistemática, nos puedan llevar a tratamientos, manipulaciones y conceptos erróneos a la hora de elaborar los alimentos”.

El manual, que se podrá adquirir en versión electrónica (ePub, mobi, .pdf) o papel, está estructurado en tres bloques: Errores, Consejos y Herramientas de verificación. Son 150 páginas escritas de ‘tú a tú’ que van desgranando uno por uno los errores más comunes que se cometen en una cocina profesional, con la pretensión de que el lector no sea víctima de esos fallos, instaurados en el modus operandi de muchos manipuladores de alimentos (descárgate el índice en .pdf).

El libro está dirigido, no solo a los manipuladores de alimentos, sino a todas las categorías profesionales involucradas en el trabajo de la operativa en cocina e interesadas en mejorar la manera de elaborar alimentos de forma segura.

Importantes avales nacionales e internacionales

‘El libro negro de la seguridad alimentaria en cocina’ cuenta además, con el aval de Rafael J. García-Villanova, de la Cátedra de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Salamanca; y el de Ismel Pérez Peña, del Centro Nacional de Genética Médica de Cuba.

Tal como comenta en su prólogo García-Villanova, “el libro cuenta con el valor pedagógico que también tiene decir ‘lo que no se debe hacer’ (…). Todo ello, con una redacción impecable, sencilla y de fácil comprensión, no reñida en absoluto con el rigor técnico e incluso académico. Es un libro fruto de la experiencia en comunicación a profesionales de la restauración colectiva, que en su trabajo diario tienen una parte importante de responsabilidad en la salvaguarda de la Salud Pública”.

Por su parte Ismel Pérez hace hincapié en el papel de las personas respecto a la seguridad alimentaria… “el manual aborda con transparencia trece errores que marcan, con responsabilidad, como el eslabón más importante y decisivo al factor humano, por encima de las particularidades del diseño, la disponibilidad del equipamiento y las características de las materias primas, en la ocurrencia y persistencia de estos errores. Con la lectura de estos temas, se puede contribuir a fomentar una mayor sensibilidad y conciencia en los trabajadores de las cocinas, teniendo en consideración que, de principio a fin, se resalta como eje temático la excelencia en la prevención”.

Por último recordar que el autor, Félix Martín García, es licenciado en veterinaria, especialista en seguridad alimentaria y ha trabajado durante más de dos décadas en la formación de recursos humanos para la industria agroalimentaria tanto en el sector público, como en empresas privadas. Ha capacitado profesionalmente a cientos de manipuladores de alimentos, en gran parte trabajadores del sector de hostelería y restauración. Asimismo, desarrolla una intensa actividad divulgadora a través de las redes sociales, charlas, y la colaboración habitual con medios de comunicación especializados, entre ellos con nuestra revista online.

jueves, 16 de enero de 2020

El mercado español de platos preparados supera los 3.000 millones de euros en 2019

El mercado español de platos preparados supera los 3.000 millones de euros en 2019


14-01-2020


Las ventas de platos preparados mantienen un buen ritmo de crecimiento en el mercado español, estimándose que la facturación sectorial habrá crecido un 6% en 2019, lo que permitirá superar los 3.000 millones de euros. La creciente tendencia de los consumidores hacia soluciones de comida preparada, la mayor propensión hacia el aprovisionamiento de platos preparados por parte de la restauración y la proliferación de nuevos productos y formatos son los principales factores que impulsan el mercado.



Según el Observatorio Sectorial DBK Informa el valor de las ventas en España de platos preparados alcanzó los 2.850 millones de euros en 2018, lo que supuso un 6,7% más que la cifra registrada en el ejercicio anterior, en el que había aumentado un 5,1%.

La creciente tendencia de los consumidores hacia soluciones de comida preparada, la mayor propensión hacia el aprovisionamiento de platos preparados por parte de la hostelería y la proliferación de nuevos productos y formatos son los principales factores que siguen impulsando el mercado.

Por segmentos de producto, destaca el buen comportamiento de los platos refrigerados, con un crecimiento del 9,1% en 2018, hasta alcanzar 1.255 millones de euros, es decir, el 44% del mercado.

A continuación se situaron los platos preparados congelados, con unas ventas de 1.060 millones de euros, y un crecimiento más moderado (+4,4%) dado su mayor grado de madurez. El grupo de platos preparados conservados a temperatura ambiente continuó impulsado por la aparición de nuevas alternativas, alcanzando unas ventas de 535 millones de euros, un 5,9% más que en 2017.

A lo largo de 2019 se ha mantenido la tendencia positiva de las ventas en todos los segmentos de producto, si bien se registra una moderada desaceleración, en un contexto marcado por el debilitamiento del gasto de los hogares. Al cierre del ejercicio se espera que el mercado alcance un valor de 3.020 millones de euros, un 6% más que en 2018. Para el bienio 2020-2021 las previsiones apuntan a tasas de variación situadas entre el 5% y el 6% anual.

En 2018 operaban unas 620 empresas especializadas en la elaboración de platos y comidas preparados, las cuales daban empleo a alrededor de 6.500 trabajadores. Junto a estas, opera otro conjunto de compañías alimentarias no especializadas en platos preparados.

A pesar del reducido tamaño medio de las empresas especializadas, en el conjunto del sector se aprecia una mayor dimensión empresarial derivada de la presencia de grandes grupos alimentarios, y un mayor grado de concentración de la actividad. Los cinco primeros operadores en términos de valor de las ventas de platos preparados reunieron de forma conjunta el 35,4% del mercado total en 2018, mientras los diez primeros concentraron el 46,2%.